La Comida sana
contribuye en gran medida a mantener la salud y el bienestar de una persona.
Por un lado, seleccionar los alimentos y las cantidades correctas promueve la
salud física; por otro, comer también puede suponer una experiencia placentera que
repercute positiva mente sobre el bienestar psicológico y mental.
A la hora de alimentarse de forma sana y contribuir de
esa forma a preservar la salud, resulta de ayuda tener en cuenta algunos
principios básicos. Para llevar una alimentación saludable es fundamental
ingerir suficiente líquido cada día.
Beber una cantidad adecuada, al
menos 2 litros diarios, sirve para compensar la pérdida de líquido del
organismo. Lo idóneo es optar por agua mineral, zumos de fruta mezclados con
agua e infusiones sin azúcar.